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Un verano solidario

En verano muchas personas aprovechamos para viajar, conocer nuevos lugares y desconectar. ¿Alguna vez te has planteado aprovechar las vacaciones para hacer un voluntariado? Quizá este año es la primera vez que lo has hecho, o llevas tiempo dándole vueltas a esta opción. Cada vez son más quienes destinan parte de sus vacaciones a ayudar en proyectos de cooperación. No es necesario irse muy lejos, se puede empezar a nivel local colaborando en proyectos en nuestro entorno, pero también se pueden destinar los días de vacaciones a ir más lejos y colaborar con proyectos en África, Asia o América.

En el post de Junio os hablamos del proyecto Ekuma, pero hay muchas más opciones, tanto con Coopera Euskadi, como con otras organizaciones. Estos viajes se pueden dividir en dos grupos: los viajes de voluntariado en los que se aporta un trabajo o una experiencia personal-profesional, que puede ser sanitaria, educativa o de otro tipo, y los viajes solidarios, en lo que conocer el trabajo de una ONGD en su territorio, vivir la experiencia y conocer de primera mano el trabajo que se realiza, en este caso es más una experiencia personal que profesional.

No es necesario que por tu profesión puedas aportar un valor concreto a una comunidad, cualquier persona que esté interesada en ayudar puede hacerlo, cada uno a su manera. En esta alternativa de viaje, sea en pareja, en familia, o de forma individual, tienes mucho que aprender. Y tampoco hay que olvidar que en estos casos, nuestra huella como viajeros genera economía circular, es decir, queda en las comunidades a las que acudimos. Esa economía circular ayuda al desarrollo de las mujeres, al comercio justo y a la infancia.

En cualquier caso el viaje que perdura es el interior, en el que todas las experiencias que ganas allá se quedan dentro y te permiten mirar tu realidad con nuevos ojos. Poniendo cara e historia al país al que has viajado, se crea un lazo sólido entre culturas, que te unirá para siempre a ese lugar y a sus gentes.

Y si ya has vuelto de tu viaje, lo que queda es compartirlo y difundir tu experiencia entre quienes te rodean.