Poder colaborar insitu con un Santuario de primates en África, y al mismo tiempo intentar ayudar en la medida de lo posible y de la manera que se requiera a la población local, es un sueño para muchos y una gran oportunidad para algunos, como es mi caso.
Nacida den Vitoria-Gasteiz y con estudios en Historia, Relaciones Internacionales, Biología y Primatología, actualmente tengo la gran suerte de disfrutar de mi trabajo como Primatóloga en el Centro de Rehabilitación de Primates de Lwiro en República Democrática del Congo, Centro dedicado al rescate y rehabilitación de primates provenientes de la caza y del tráfico ilegal; a la educación ambiental, y al desarrollo comunitario. Y ello gracias a un convenio de colaboración que engloba dicho Centro, Coopera y la Universidad del País Vasco (UPV)
Como todos sabemos, la República Democrática del Congo sale de un terrible periodo bélico de nefastas consecuencias y efectos colaterales a nivel humano (como las numerosas violaciones a niñas y mujeres o los niños soldados, a quienes Coopera Congo apoya y con quienes trabaja activamente). Ello, unido a la explotación de los grandes recursos naturales (el país posee numerosas reservas de minerales como coltán o cobalto, cobre, oro y diamantes, maderas…), ha generado una importante huella ecológica que se está traduciendo en la pérdida de masa forestal, en la caza furtiva y en el tráfico ilegal de especies, en muchos casos especies en peligro de extinción como los chimpancés (Pan troglodytes).
El ODS 15 pretende garantizar la conservación, restauración y uso sostenible de los ecosistemas terrestres y detener la degradación de las tierras y la desertificación. . También se apunta a la lucha contra el tráfico ilegal de especies protegidas, que suele ser una fuente de ingresos para las redes criminales.
A pesar de todo ello, de la pobreza latente y de las dificultades a las que la población tiene que hacer frente, es de admirar y muy de agradecer la amabilidad, la acogida al forastero, la facilidad para hacer que éste se sienta como en casa.
Quedan por delante varios meses de trabajo en el Centro, estudiando el comportamiento y bienestar de los chimpancés que aquí viven (en la actualidad, más de setenta chimpancés y más de noventa monos, provenientes del tráfico y tenencia ilegal de animales), dando clases de castellano a los cuidadores del Centro, colaborando en todo aquello que sea posible. Meses en los que por supuesto espero tener la posibilidad de viajar y conocer un poco de este maravilloso país.
Por todo ello, quisiera aprovechar la oportunidad para agradecer a todo el equipo de Coopera Congo, a Itsaso Vélez del Burgo (becada por la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo) y Lorena Aguirre Cadarso, (Directora de País de Coopera RDC) esta magnífica oportunidad que me han dado. Ojalá sea capaz de devolverla con creces.
Por último, animo a quienes estén interesados vengan a visitar el Centro (quedarán maravillados), o quien lo desee a colaborar en la medida de sus posibilidades. Toda ayuda es bienvenida!
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