Malcolm Gladwell escribió hace unos años “Small Change. Why the revolution will not be Tweeted” y hoy toca empezar a rebatirle.
Hace ya muchos meses que una parte de la ciudadanía siente vergüenza de ser europea, fundamentalmente por la forma en que nuestros gobiernos, también el de la UE, están gestionando el flujo de personas que ha decidido, libre y legalmente, abandonar su tierra para asentarse en la nuestra.
No queremos analizar las consecuencias económicas, sociales o políticas de la decisión en uno u otro sentido respecto a la acogida de personas refugiadas. Simplemente deseamos recordar que somos ciudadanía activa, cuya voz, personal y colectiva, dispone de muchos canales para hacerse oír. Sabemos, además, que los gobiernos están muy pendientes de las tendencias, las opiniones, las encuestas. Por eso es importante insistir y persistir en nuestras llamadas y reclamaciones.
Entonces, si bien la revolución no se hará a golpe de tuit, como dice Gladwell, puede llegar a haber un tuiteo ensordecedor que se haga insoportable, y que obligue a los gobiernos a “ser imaginativos”, esa cualidad que tanto nos han pedido a los y las ciudadanas durante la crisis económica, y a poner en marcha medidas que muestren el alma verdaderamente humana de Europa.
Y el clamor desde Twitter es importante, pero todavía insuficiente.
El mes de marzo de 2016, a vista de pájaro, arroja los siguientes datos sobre los TT generados a partir de la llamada CRISIS DE LOS REFUGIADOS:
Los TT marcados en azul fueron lanzados desde programas de la radio o televisión, y en naranja es una campaña de UNICEF.
Podemos sacar una conclusión positiva: durante 22 días del mes de marzo se ha generado al menos 1 TT sobre la CRISIS DE LOS REFUGIADOS.
Y otra para mejorar: twitter es territorio comanche, pero no es favorable a los francotwitteadores. Es mejor unirse a la corriente, un hastag que está teniendo éxito, que probar con algo que nos acabamos de inventar. Así conseguiremos un twitteo ensordecedor con efecto revolución.
Comentarios recientes