Un corredor humanitario es un paso seguro. Se define como un espacio geográfico que las partes enfrentadas acuerdan desmilitarizar para permitir el acceso a una zona en conflicto. Este acceso puede cubrir diferentes necesidades como son los materiales básicos para la ayuda humanitaria (alimentos, medicinas y suministros) o el movimiento de personas para la evacuación de refugiados o extranjeros.
Duración: Sólo se puede usar durante el tiempo establecido, que se conoce como periodo de emergencia. Su duración dependerá del acuerdo al que puedan llegar las partes o que establezca la comunidad internacional.
Ubicación: Es importante definir una ruta concreta para que pueda accederse al lugar de forma segura y ágil. Para ello es importante en muchas ocasiones llegar a acuerdos con países limítrofes que permitan el paso por su territorio.
Finalidad: los corredores humanitarios garantizan el envío de productos muy específicos como material de cuidados, sanitario y alimentos. En ocasiones también permiten el paso de personas para que la población civil tenga una salida a refugio, o para que los extranjeros inmersos en un conflicto puedan regresar a sus países de origen.
Imparcialidad: debe respetarse la imparcialidad en el conflicto, garantizando que no se desvía la ayuda, y evitando que sirva para favorecer a alguno de las partes enfrentadas.
Lo que estamos viendo en el actual conflicto de Oriente Medio es un corredor muy limitado tanto en el tiempo, como por su objeto: Aún no hay un espacio seguro para el movimiento de personas, y el acceso a ayuda humanitaria es insuficiente. La presión internacional busca ampliar estas limitaciones.
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